2019 Rolls-Royce Cullinan preview: The best, made bigger

Esto ha tardado en llegar. El cambio radical en la actitud de los compradores hacia los  SUV ha pasado de la curiosidad mórbida al stanning descarado, independientemente del precio. Si Rolls-Royce no fuera un vehículo utilitario, estaría dejando dinero sobre la mesa. Sin embargo, no se apresuró en salir, que es donde muchos fabricantes de automóviles se tropiezan. 

Rolls-Royce claramente quería fabricar un automóvil que incorpore cada centímetro de su insignia, y parece que el 2017 Cullinan se ajusta a la perfección

El diseño de la interfaz es similar al de la octava generación de Phantom, pero las líneas de los personajes son exageradas. Todo es más bloqueado, más voluminoso. El adorno de la campana Sprit of Ecstasy, un elemento básico de Rolls-Royce desde la Edad de Bronce, está justo donde debería estar. La parrilla cromada es un poco más discreta que la del Phantom, pero este último siguesiendo el jefe de la familia, después de todo.

En la parte posterior, el pilar D de Cullinan es tan carnoso como el Phantom, pero mientras que el tuchus del súper sedán tiene más curva, el Cullinan adopta de nuevo el enfoque más bloqueado. El alerón que queda atrás es muy obvio para deslizarse a través del viento, pero es una tontería verlo en un Rolls-Royce, aunque se vería raro sin él.

Abra las puertas del suicidio (¡en un SUV! ¡Tenga piedad!) Y encontrará un ajuste interior para la etiqueta de precio de seis cifras. El diseño del tablero es similar al del Phantom, pero una vez más, hay un poco más de volumen y le falta la ridícula Galería del Phantom en el lado del pasajero.

El verdadero placer está en la segunda fila. La primera configuración, llamada Lounge Seats, es un diseño típico de tres asientos con asientos traseros plegables electrónicamente donde los reposacabezas se mueven hacia arriba para evitar la impresión del cuero.

La segunda configuración es un poco más tradicional. El diseño del asiento individual tiene dos asientos traseros separados con una consola central grande y permanente entre los dos que lleva tanto vasos de whisky como flautas de champán además de un refrigerador. También hay una división de vidrio entre el área de carga y los asientos, por lo que no es necesario que sufra la presencia de equipaje.